5 julio, 2011
Qué ilógico resulta el pensar en dejarlo todo y esforzarnos por algo incierto: una idea emprendedora; es por ello que en ese momento desfasamos nuestro pensamiento, olvidando las motivaciones y nos enfocamos en los obstáculos e inconvenientes y la comodidad de continuar como hasta ahora… como siempre.
Todo aquello de emprender parece un mundo alterno, hecho para los “locos” que no les importa perderlo todo, sin embargo no nos damos cuenta que en verdad están apostando por lograrlo todo, pero es algo que no entenderemos si no sabemos mirar el mundo con ojos emprendedores.
En ocasiones es bueno que la realidad tome contacto con la esperanza, el esfuerzo garantizará los resultados y cada fallo será parte del proceso de aprendizaje que en lugar de detenernos nos dará más fuerza para continuar; bien lo decía Thomas Edison “No he fracasado. He encontrado 10 mil formas que no funcionan”
A partir de mi incorporación como becaria a la Cátedra de Emprendedores he tenido la oportunidad de cambiar mi visión al tener contacto con varios hombres y mujeres valientes que un día se decidieron a luchar por hacer realidad sus ideales y que hoy día con gran éxito y profundo orgullo cuentan su experiencia, jamás dicen que haya sido fácil pero siempre recalcan que la fe en sí mismos y la voluntad les han valido para alcanzar sus objetivos. Escucharles decir que ver germinar y crecer poco a poco su idea es su mayor satisfacción, me llena de motivación, pues todos ellos se sienten realizados porque son los padres de aquello que un día sólo estaba en su imaginación.
El mundo necesita que sigamos explorando y cultivando nuevas ideas, conceptos, productos, servicios, en fin, pensemos que nada sería de nosotros si un día los grandes emprendedores, ahora reconocidos históricamente, hubieran hecho caso de aquellos que los tachaban de “locos”, qué mal estaríamos si alguien se hubiera atrevido a hacerle caso a quien opinaba que la radio no tenía el menor valor comercial y que nadie pagaría por enviar un mensaje a nadie en particular, o si los “Beatles” se hubieran dado por vencidos cuando la en 1962 la compañía Decca los rechazó argumentando que no les gustaba el sonido de sus guitarras.
Debemos pensar en añadir valor al mundo creyendo en lo impensable, lo increíble, pensando que las cosas pueden ser de otra manera. En lo personal, puedo decir que miro el mundo con ojos emprendedores y mi reto es vivirlo.
Y tú qué opinas… ¿te atreves a vivir un mundo emprendedor?
Miriam Cuenca Hernández
Alumna del Máster de Administración y Dirección de Empresas de la Universidad de Cádiz
Imagen: palomaironique/ OpenClioArt.org
¡Nosotros nos atrevemos a ello! Magnífica entrada, muchísimas gracias Miriam!
Muy bien Miriam, necesitamos muchas personas como tú. Muchas gracias por el artículo, bienvenida al Blog.
Me uno a tus ganas, Miriam, enviando un saludo especial a los que se atrevieron a cruzar el charquito y llegar a un Madrid desconocido, sin más contacto que las canciones de Serrat en los recuerdos. LLegué buscando un máster, me voy con un montón de amigos en el corazón y los sentidos aún más ávidos, la aventura a flor de piel. Pretendo enviarles en menos de un año, una tarjeta de saludos con el logo de mi sueño impreso, es mi meta y hay mucho de ustedes en ella. Gracias, José, por la motivación, gracias, Miriam, por tus palabras.
Gissel (alumna MBA)
Me ha encantado tu publicación Miriam, con esas palabras hasta el más cobarde saborea la idea como si fuera tan real como un caramelo…
Sigue así, mucho ánimo.
Carmen Barragán
Lo has sabido expresar muy bien…no somos locos que estamos dispuestos a perderlo todo, sino luchadores que estamos dispuestos a conseguirlo todo. Excelente entrada!