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La semana pasada impartí dos sesiones a otros compañeros emprendedores en el taller «Gestiona tus proyectos a través de Mapas Mentales», perteneciente al programa del Aula de Consolidación 2014, siguiendo el camino marcado por Tony Buzan, escritor y consultor educativo y creador de esta técnica.
El objetivo de este taller era conocer el mecanismo de nuestro cerebro para saber aprovechar todo su potencial a través de un organigrama que refleja nuestro pensamiento de manera ordenada. (Adjunto presentación utilizada en el  taller. Presentación: Gestiona tus proyectos a través de mapas mentales)

Generalmente nos equivocamos al pretender esquematizar de manera lineal nuestras ideas y utilizando un único color. Nuestro cerebro no piensa así, más bien se aburre soberanamente ante la monocromía y las líneas rectas.
Tratamos en primer lugar de conocer un poco mejor a nuestro cerebro, ese gran desconocido. Recordábamos que el hemisferio izquierdo es más racional y analítico. Por lo tanto, percibe la realidad por partes. Mientras que el hemisferio derecho es más creativo y percibe la realidad como un todo global. Y que el mayor rendimiento de nuestro cerebro es cuando conseguíamos un equilibrio entre ambos hemisferios

Definíamos el mapa mental como:
El mapa mental es  un método de análisis para organizar con facilidad los pensamientos y utilizar al máximo las capacidades mentales. Ayudan a gestionar el flujo de información entre el cerebro y el exterior.
Pero siempre, este proceso se realiza en sintonía con los procesos naturales del cerebro. Es decir, la forma más natural y automática de trabajar la mente humana.
¿Cómo piensa nuestro cerebro? Lo hace de manera irradiante. lo que conocemos como Pensamiento Irradiante.

Cada una de las diez mil millones de neuronas que poseemos, se ramifica y establece relaciones con otras neuronas. Se irradian así líneas de pensamiento encadenando unas ideas con otras. Pero el cerebro debe procesar tal cantidad de información, y lo hace a través de:
•Imágenes sensoriales
•Asociaciones

Para entender todo esto, utilizamos globos que simulaban el cerebro y dividimos la clase en grupos. El grupo era el cerebro (globo). Y dentro del globo había una idea. Todos los miembros del grupo, es decir las neuronas, debían asociar esa idea a otras mediante un brainstorming. Para procurar un ambiente más creativo, se oía música clásica de fondo. El cerebro se activa ante música compleja donde se distinga melodía de armonía.

Establecimos las siete reglas básicas para la creación de Mapas Mentales, que podéis ver en la presentación que adjunto, pero que podemos resumir en tres:
  • Colocar la idea principal en el centro de un folio en blanco acompañada de una imagen que la represente. Partiendo desde el centro del folio, el cerebro «lee» que se puede mover en cualquier dirección y facilitamos que irradie ideas.
  • Establecer las ideas primarias a partir de esa idea principal, luego las secundarias y así sucesivamente. Por supuesto, cada idea acompañada de la imagen o dibujo con la que lo asociemos, para recordarlo mejor.
  • Unir esas ideas con líneas curvas y siempre con varios colores. Los colores excitan al cerebro y las líneas curvas le incitan a moverse.
La primera sesión la concluimos con la elaboración de cada alumno de su propio Mapa Mental en papel y puesta en común.

En la segunda sesión, nos centramos primero en valorar los usos profesionales de los Mapas Mentales, que podemos concluir de la siguiente forma pero podéis ver más ampliamente en la presentación:
  • Elaborar presentaciones eficaces para clientes, proveedores o inversores.
  • Planificar una negociación para ser capaces de persuadir y resultar convincentes.
  • Organizar un evento promocional en nuestra empresa o un encuentro de profesionales del sector.
  • Gestionar de manera eficiente una llamada telefónica o una videoconferencia.
  • Proyectar un nuevo proyecto en nuestra empresa o sencillamente gestionar todo nuestro plan de negocio.
  • Programar las compras o abastecimientos necesarios para ofrecer nuestro producto o servicio.
  • Investigar y analizar toda la literatura científica que genere nuestro sector.
Y por último, nos adentramos en el conocimiento de herramientas digitales para elaborar los Mapas Mentales de manera online (Freemind), o incluso de forma colaborativa (MindMeister) con otras personas que no compartan el mismo espacio.

María Eugenia de la Cruz Palacio
@NubeDidactica