Comenzamos una serie de entrevistas en esta nueva sección de nuestro Boletín denominada El Rincón para las Reflexiones por el que irán pasando diferentes personas que consideremos que pueden aportar una reflexión al ecosistema emprendedor de nuestra región. Hoy compartiremos estas reflexiones con Javier Moral Ruiz, un emprendedor madrileño que nos visitó el pasado 30 de mayo para finalizar las clases del Masterup, que además de promotor de muchos proyectos, ha dejado claro en su intervención que es un tío con valores.
CdE: Buenas Javi, el pasado día 30 de mayo estuviste en Cádiz con nosotros aportando tus vivencias para los estudiantes del Masterup y de nuestra comunidad. ¿Qué tal fue todo? ¿Qué impresión sacaste del Masterup?
Javier Moral: Fue genial. Conocía el Master y tenía buenísimas referencias sobre anteriores ediciones. En mi ADN está grabado intentar aportar lo que pueda para orientar desde mi experiencia a los valientes que se atreven a montar un negocio, y fue una maravillosa noticia el que me invitaseis a participar en un marco tan incomparable como es Cádiz. Pude hablar con participantes y docentes y vi muchísimo potencial tanto en actitud como en ideas. Igualmente el feedback que recibí fue estupendo.
CdE: Eres uno de los pioneros en España poniendo en marcha espacios de coworking. ¿Qué es para ti un espacio de coworking? ¿Se ha corrompido el concepto últimamente?
Javier Moral: Un espacio de coworking no es sólo un lugar donde se comparte mesa y wifi. Va mucho más allá. Yo lo comparo con los antiguos cafés donde se reunían poetas, filósofos y artistas como en la generación del 98 o del 27. Lo de menos era el café sino compartir conocimiento.
Si tuviera que definirlo de alguna manera, un espacio de coworking es un espacio de trabajo compartido inspirador, que impulsa y fomenta la co-creación y donde (lo más importante de todo) siempre hay alguien preocupado en crear comunidad. Hoy día el término está de moda y se crean espacios donde se invierte mucho en el continente, pero no se le da importancia al contenido (sobre todo desde la administración pública en general) convirtiéndose en lugares que son muy bonitos para hacerse la foto, pero que están vacíos y sin alma.
CdE: Así entiendo que surge Fangaloka… tu actual espacio de coworking. ¿Cuántos emprendedores hay en Fangaloka? ¿Cómo son? ¿Cómo interactúan?
Javier Moral: Fangaloka nace como algo más que un espacio, por lo que empezó a funcionar incluso antes de tener un lugar donde ir a trabajar. Hace un año y medio abrimos nuestra “isla” donde actualmente tenemos cerca de 40 proyectos diferentes, en los que trabajan casi 60 personas. La mayoría son micro-pymes o freelances de todo tipo (diseñadores, desarrolladores de software y videojuegos, abogados, arquitectos, responsables de social-media y contenidos, periodistas, etc…) además de una comunidad abierta de cerca de 1000 profesionales relacionados. Para poder ser miembro siempre realizamos una entrevista donde lo más importante que valoramos es tener una actitud abierta y colaborativa. Eso hace que cada nuevo miembro se sienta totalmente arropado desde el primer día y fomenta que surjan colaboraciones y nuevos proyectos.
CdE: Te encanta hablar del fracaso empresarial. De hecho eres uno de los promotores de las Fuckup Nights en Madrid. ¿Tan liberalizador resulta hablar del fracaso? ¿En qué consisten estos encuentros?
Javier Moral: En España tenemos muy estigmatizado el fracaso en todos los ámbitos. Pero debemos ser conscientes que nos vamos a equivocar, asumirlo y aprender de nuestros errores. A diferencia que aquí, en Estados Unidos por ejemplo se valora mucho más a alguien que fracasó y se ha vuelto a levantar, porque demuestra dos cosas: que es muy difícil que se vuelva a equivocar en lo mismo y que tiene la capacidad de reponerse y seguir creando. Hablar de fracaso nos presenta de una forma más transparente y genera confianza entre nuestros colaboradores o empleados.
En cada edición de FuckUP Nights, 3 profesionales de cualquier ámbito, que hoy se puede considerar en la mayoría de casos que son exitosos, nos cuentan de una forma muy distendida qué hicieron mal y qué aprendieron de sus errores, además de cómo lo han aplicado posteriormente. Es una mezcla entre una charla TED y el Club de la Comedia, que genera un networking a su vez muy inspirador y divertido.
CdE: Lanzaste el guante a los estudiantes de Masterup por si hay un equipo de personas en Cádiz que se atreviera a poner en marcha los encuentros de Fuckup Nights en Cádiz. Aprovecha estas líneas para lanzar el mismo guante dos veces…
Javier Moral: Animo a cualquiera que quiera crear comunidad con un evento diferente y divertido a ponerlo en marcha. Es difícil al principio porque casi nadie quiere hablar de fracaso, pero si rompes el hielo es como la pólvora. Les puedo ayudar en lo que necesiten.
CdE: Volviendo a los fracasos, ¿tus mayores cagadas cuáles han sido?
Javier Moral: He tenido muchísimas en casi 30 años de profesión. Desde ser autor en un disco de éxito (disco de platino) y no aparecer en los créditos, como descubrir e investigar unas irregularidades en una multinacional en la que trabajé, y a la hora de denunciarlo hacerlo justo al culpable. Pero la mayor cagada fue con mi primer espacio de coworking, donde cometí todos los errores posibles al montar una empresa, siendo el peor la elección de socios. Me pasé 4 años de mi vida levantando el proyecto practicamente sólo porque era mi sueño, y al final, cuando comenzó a ser rentable encima tenía que trabajar para tres. Tuve que marcharme de mi propia empresa con una mano delante y otra detrás. Fue muy duro, sobre todo para mi familia, pero aprendí lo que no debía hacer en mi siguiente proyecto, y por suerte todo funciona genial, sobre todo al rodearme de la gente adecuada.
CdE: En la Cátedra de Emprendedores, trabajamos especialmente el tema de las relaciones entre socios. Buscamos que, antes del inicio del proyecto (en el germen de la idea) se pongan los cimientos iniciales para un futuro proyecto en común con cuestiones tales como la asignación de funciones y responsabilidades, o el establecimiento de un concepto de pérdida asumible común. ¿Qué aspecto esencial no deberíamos dejar de repetir a los emprendedores que pasan por nuestro Servicio de Apoyo en relación a la creación de equipos?
Javier Moral: Esta cuestión la veo vital para el buen fin de la empresa. Como comentaba antes, yo no tuve en cuenta todos los puntos que marcabas. Se le suele dar mucha más importancia a la parte tecnológica o al producto, y no tanto a este tema. Además de estar bien equilibrados los perfiles y ser complementarios, los socios deben de tener una misma visión y filosofía de la vida. Si mi misión y visión, por ejemplo, es ganar el suficiente dinero mientras podamos ayudar a mejorar el mundo, y para mi socio (como era en mi caso) lo que de verdad importa es hacerlo rentable a costa de quien sea y trabajando lo menos posible, empezamos muy mal. El equipo es vital.
Otra cosa muy importante es no pensar en crear un producto o servicio y después ver a quién le puede interesar.. sino comprender que existe un problema y que podemos resolverlo, y a partir de ahí crear nuestro producto o servicio a medida para esos clientes potenciales. Igualmente, nuestro proyecto tiene que ser lo más flexible posible para poder adaptarlo a la situación de incertidumbre que existe hoy día. Y no meterse en gastos fijos..sobre todo al principio.
CdE: Y por último, ¿pagaste tú mi cerveza en el Pelícano…?
Javier Moral: Pues no, porque no me dejaron pagar… Así que no sé quién sería el que te invitó realmente, jeje.
CdE: Vaya, pues espero que no se den por enterados nuestros amigos de El Pelícano… Muchas gracias Javier!