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Hace un par de años tuve la gran oportunidad de conocer a Rita Benítez, fundadora de la empresa ERA – Gestión de actividades socioculturales-  y hoy me atrevo a decir que es un ejemplo a seguir como mujer y como emprendedora. Siendo madre de familia numerosa, con tres hijos, dos niñas de ocho y seis años y un niño de dos, inició su aventura empresarial que le llevaría a cumplir su sueño y diez años más tarde, emplear a 123 trabajadores en una empresa cultural.

Luchadora, valiente, protectora y soñadora… son los adjetivos que se me vienen a la cabeza cada vez que pienso en Rita, pues para ella ser madre de familia no supuso ningún obstáculo para hacer realidad su sueño. Es más, cada vez que nos cuenta cómo fueron los inicios de ERA, siempre nombra a sus hijos y dice orgullosa “nunca fueron un lastre, ni siquiera un motivo de excusa ante un compromiso académico o laboral. Siempre han sido los tres motores de inyección que han impulsado mi vida”.

Antes de crear su propia empresa, Rita realizaba trabajos de arqueología. Su carácter activo, su capacidad de iniciativa y su espíritu emprendedor le impulsaron a dar los pasos necesarios para conseguir su propio empleo. Nunca ha estado a la espera de que le ofrezcan algo, siempre ha sido ella quien ha tenido la iniciativa.

Apasionada de la historia y la arqueología, y consciente de lo aburrida que podía llegar a ser para los niños en los colegios, un día decidió dar un giro a la forma de enseñar dichas materias. Surgió así la arqueología experimental que permitiera a las personas aprender, viviendo experiencias, detectando casi sin darse cuenta un nuevo mercado en ese momento.

Convencida de que era lo que quería hacer, se puso manos a la obra con la ayuda de Pedro, su marido, (un pilar muy importante para Rita como bien hemos podido comprobar). Así se puso en marcha ERA. Al ver  la cara de felicidad y sorpresa de los primeros niños que acudieron a sus talleres, comprobó que no era sólo lo que ella quería hacer sino que era lo que necesitaba hacer por ella misma y por esos niños. El sentimiento de satisfacción permanente que tiene es tal, que cada día desde entonces ha seguido investigando y trabajando para mejorar y avanzar en las actividades que nos propone desde ERA.


Con historias como estas, se derrumban varios mitos sobre los emprendedores y emprendedoras ¿es esta la imagen que tienes de un empresario o empresaria? ¿ser madre y empresaria es incompatible? ¿una industria cultural de Cádiz con más de 100 empleados?. En el plan de empresa de ERA habría que añadirle un apartado sobre viabilidad personal, sentimental y persistencia y desde la Cátedra de Emprendedores de la Universidad de Cádiz podemos validar que los indicadores en esta área son espectaculares.

¡Enhorabuena de parte de todo el equipo y de la mía Rita!
MªJosé Pérez Narváez
Técnica de la Cátedra de Emprendedores